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Qué es la lisina y cuál es su función
La lisina es uno de los aminácidos que el organismo ha de obtener a través de la dieta, y que se conocen como aminoácidos esenciales. Al igual que el resto de ellos, todos los alimentos de origen animal contienen este aminoácido, destacando entre ellos las carnes rojas y las de ave, como pollo o pavo, además de los huevos y los quesos, en especial el parmesano. Entre los vegetales, espinacas o col rizada sobresalen por su contenido en lisina; entre las frutas, pera, papaya, albaricoque o manzana, y entre los frutos secos, nueces o almendras.
Funciones de la lisina
El cuerpo utiliza la lisina para construir tejido muscular y colágeno, un constituyente fundamental de cartílago, tejido conectivo y piel. Pero no es esta su única función en el organismo:
- Ayuda al cuerpo a absorber el calcio y reduce la cantidad de él que se elimina a través de la orina, lo que ha dado pie a que algunos investigadores consideren que puede ayudar a prevenir la pérdida ósea relacionada con la osteoporosis.
- Estimula la absorción de calcio de los intestinos, lo que facilita la producción de enzimas, hormonas y anticuerpos.
- Es esencial en la producción de carnitina, sustancia que se sintetiza en hígado, riñones y cerebro a partir de lisina y metionina, que tiene dos funciones: transportar los ácidos grasos de cadena larga a las mitocondrias, donde se queman u oxidan para producir energía; y transportar desechos y compuestos tóxicos fuera de las mitocondrias, lo que evita que se acumulen sustancias no deseadas.
- Una disminución en sus niveles puede suponer un descenso en la energía y, con ello, un incremento de masa del tejido adiposo.
- A nivel deportivo, hay estudios que sugieren que la lisina contribuye a la recuperación del tejido muscular tras el estrés a que lo somete el esfuerzo.
La cantidad diaria recomendada de lisina es de 38 mg por kg de peso corporal.