Bebidas isotónicas: sácale más partido...al partido

Que la hidratación es fundamental durante la práctica de la actividad física es algo sobre lo que prácticamente nadie tiene ninguna duda. Ahora bien, estas sí pueden surgir sobre la manera de hacerlo, y no son pocos los que piensan que, por ejemplo, las bebidas isotónicas quedan reservadas para quienes realizan un determinado tipo de deportes, como aquellos de alta intensidad o largo recorrido y duración, entre los que se encuentran el ciclismo o las carreras de fondo. No es así: deportes de equipo como el fútbol también pueden aprovecharse de los beneficios proporcionados por este tipo de bebidas, aunque, eso sí, hay que saber cuándo y cómo consumirlas.

El mejor modo de hacerlo es tomar la mitad de la cantidad que se vaya a administrar 30 minutos antes del inicio del partido y el resto, durante el primer tiempo y el descanso. De este modo, evitamos la pérdida de rendimiento, dado el enriquecimiento en sangre de nutrientes que conseguimos con la carga inicial, tanto a nivel de hidratos de carbono y minerales, como de cualquier otro ingrediente añadido que pueda tener cada bebida concreta, como pueden ser vitaminas o energizantes que contribuyan a “fortificar” su formulación. Con la segunda toma, se evita la deshidratación, ya que el aviso al organismo de la señal de sed suele ser tardío y difícil de superar a nivel muscular si se acompaña de una gran deshidratación, tanto a nivel de sudoración como de pérdida de energía.

En cualquier caso, lo importante es que una buena bebida isotónica actúe a esos niveles: reponiendo los electrolitos y las vitaminas y minerales que se pierden con el sudor, y aportando hidratos de carbono de calidad. Si a ello se añade algún ingrediente de tipo natural, como puede ser la maca que, además, ayude a mejorar el rendimiento, qué duda  cabe que nos encontramos ante una bebida redonda, que nos va a facilitar el sacar el máximo partido...al partido. Y de eso se trata.